El proyecto se encuentra atravesado principalmente por dos temáticas que se tensionan y tanzan a lo largo de la propuesta: la educación y la salud mental, temas cubiertos de tapujos que han despertado interés en los integrantes del equipo tras ser abordadas en los respectivos proyectos integrales de la Licenciatura de Trabajo Social.
La pandemia global y los ecos del confinamiento han encauzado grandes efectos en estudiantes de educación media. Sumado a la complejidad que atreve la temática ante la carencia de reglamentación de la ley No 19.529 de Salud Mental que fue promulgada en el año 2017 y a los indicadores respecto al consumo de psicofármacos en la adolescencia expuestos por la VIII Encuesta Nacional sobre consumo de drogas en estudiantes de enseñanza media. Es pertinente la problematización de tales problemáticas para generar un diálogo en conjunto: Universidad de la República, Secundaria y Salud Mental.
Se propone un espacio de participación e integración de las temáticas en los centros educativos, fomentando una extensión en clave de derechos potenciando la voz de los sujetos y actores imbuidos en la cotidianidad institucional. La práctica de delimitar en los albores de la construcción social de la demanda será parte de la propia construcción del centro a trabajar, si bien tras el estado del arte del proyecto, donde se han revelado diversos aportes de diferentes investigaciones realizadas por la Universidad, es sustancial sumergirse en los ecos de la cotidianeidad, construyendo así un pensamiento y accionar crítico sobre la temática en los centros educativos.
La Salud Mental se tensiona conceptualmente entre las líneas demarcatorias de los marcos normativos que establecen los centros educativos, entendemos que centrar la atención en estos espacios promueve un mejor conocimiento sobre el tema, quitando la responsabilidad individual y el peso de “enfermedad” como etiqueta singular.