El 17 de julio, en el marco del Día Nacional para la Prevención del suicidio, el Programa de Salud Mental de la Universidad de la República (Udelar) elaboró y difundió un material acerca del impacto de esta problemática en la sociedad. Los datos que se presentan son más que reveladores: 16 personas mueren por suicidio cada semana en Uruguay, en 2012 se suicidaron 608 personas, en 2022 fueron 823 y las tasas de suicidio en el país están entre las más altas del mundo. Esto refleja la gravedad del problema al que nos enfrentamos como sociedad y la importancia de las acciones que se plantea el Programa entre ellas hacer visible y reflexionar acerca de la temática.
El Programa de Salud Mental de la Udelar se creó como un proyecto que la Universidad presentó en el marco de la Rendición de Cuentas 2022.
Programa de Salud Mental
Es un programa interdisciplinario que nuclea representantes del Hospital de Clínicas (Facultad de Medicina), la Facultad de Psicología y la Facultad de Ciencias Sociales de la Udelar y que se alinea con el enfoque propuesto en la Ley Nº. 19529 Ley de Salud Mental y con el Plan Nacional de Salud Mental 2020-2027 del Ministerio de Salud Pública. El Portal de la Universidad dialogó acerca de los datos presentados por el Programa de Salud Mental en el marco del 17 de julio, Día Nacional de Prevención del Suicidio, con tres docentes integrantes del Programa, Ana Luz Protesoni y Fernando Texeira, coordinadores del componente de la Facultad de Psicología y Víctor Hugo González, de la Facultad de Ciencias Sociales (FCS), quien forma parte también del Grupo de Comprensión y Prevención de conducta suicida en el Uruguay de la FCS.
Algunos de los objetivos del Programa son: elaborar un diagnóstico de situación de los requerimientos y necesidades asistenciales de la red asistencial que integra el Hospital de Clínicas en relación al abordaje de las afecciones mentales, definir e implementar un programa de atención progresiva, con distintos niveles de complejidad creciente y en clave de red, implementar distintas modalidades de recepción, atención y derivación que contemplen la diversidad de situaciones clínicas, favoreciendo una atención integral, digna y accesible y capacitar los recursos humanos del Sistema Nacional Integrado de Salud (SNIS), de acuerdo al enfoque de atención plasmado en la Ley de Salud Mental.
Texeira explicó que el Programa se encuentra en una etapa inicial de implementación en el marco de la cual se está realizando un llamado a cargos docentes y que apunta a ser un «plan piloto» de asistencia integral a afecciones en salud mental, haciendo énfasis en la formación y capacitación de profesionales y la producción de conocimiento en el campo de la salud mental. En este sentido Protesoni resaltó que el Programa contribuirá a impulsar una formación alineada con esta perspectiva ya que se vinculan al plan estudiantes de Psicología en el marco de cursos de grado y posgrado. Asimismo a través de este programa se plantea la importancia de implementar prácticas alternativas a la larga internación en hospitales psiquiátricos, que se llevan adelante tradicionalmente en el país en la atención de las afecciones mentales. También se busca demostrar que es posible desarrollar una modalidad de atención con una perspectiva integral, en la misma línea de la establecida en la Ley Nº 19529, vigente desde 2017 pero que no se ha llevado a la práctica ya que no ha sido presupuestada aún.
Sensibilizar y dialogar para hacer visible la problemática
Texeira señaló que el trabajo de sensibilización en el tema suicidio, se ha constituido en una línea de acción emergente del Programa a partir de los aportes de los integrantes docentes de la FCS que forman del Grupo de Comprensión y Prevención de conducta suicida en el Uruguay. González recordó que en esta línea, «La última foto», una iniciativa del Grupo de Comprensión y prevención de la conducta suicida que se llevó adelante originalmente en Inglaterra y el Grupo replicó en Uruguay. La misma se comenzó a preparar en 2022 y se lanzó el 7 de mayo, incluyó una muestra de fotos de personas que se suicidaron, que surgieron de un proceso en el que se involucraron 79 familias de todo el país, acompañada de talleres en los que participaron sobrevivientes. La propuesta recorrió los departamentos de Montevideo, Río Negro, Salto, Maldonado y Rocha y aunque la muestra de fotos finalizó, los talleres continuarán en los departamentos del país en los que aún no han sido implementados por lo que se prevé que se sigan desarrollando hasta fin de 2024.
La iniciativa, que busca visibilizar y generar un diálogo sobre el suicidio como una problemática social con participación de la sociedad civil, contó en los talleres con el apoyo de 100 estudiantes de la Udelar que asistieron a una jornada previa de capacitación y la participación de docentes de los servicios en donde se presentó la muestra. En los talleres estuvieron presentes también familiares de personas que se suicidaron, personas interesadas en el tema, integrantes de organizaciones sociales que trabajan en la temática como la Asociación Uruguaya de Psicoterapia Psicoanalítica (AUDEPP), la Coordinadora de Psicólogos y «Resistiré», entre otros.
Estos espacios apuntan también a poner el foco en los sobrevivientes del entorno de las personas que se suicidan, que no son considerados al analizar la problemática, las muertes por suicidio también afectan a los amigos, familiares, seres queridos, compañeros de trabajo o de estudio de las personas fallecidas. De esta manera buscan hacer visible la mirada de los sobrevivientes y contribuir a superar el tabú y el estigma que se le adjudica al tema del suicidio. En este sentido González destacó que los talleres tuvieron una muy buena respuesta, la gente está muy interesada en hablar sobre el tema, señaló, y añadió que se escucharon intervenciones muy movilizantes, por ejemplo la de un padre que expresó que su hijo se había suicidado hace años y que era la primera vez que podía decir a alguien fuera de la familia la causa de su muerte.
Algunos números y mitos
González señaló que el 75 % de las personas que se suicidan en Uruguay son hombres y 25 % mujeres. Respecto a la distribución según edad la tasa de suicidio más alta se encuentra en personas de 75 a 79 años y le sigue la franja de 25 a 29 años. González apuntó que según la etapa vital que estén transitando las personas son las diferentes dimensiones que pueden estar afectando sus vidas, así las personas ancianas son las que tienen una red de contención más vulnerable ya que frecuentemente tienen solo uno o dos hijos y estos no pueden cuidarlos con lo que se encuentran solos o deben ser derivados a establecimientos.
En cuanto a la mayor incidencia de suicidios en varones indicó que un factor son los estereotipos de género que se transmiten a través de la cultura patriarcal y establecen los modelos de conducta para varones y mujeres. En el caso de los varones este modelo de diversas «masculinidades» incluye que sean proveedores, fuertes, que no lloren, entre otros imperativos, lo que puede provocar que un hombre ante la angustia de no poder proveer no pueda tampoco expresarla libremente por estar sujeto a este estereotipo. Añadió que la asistencia mayoritaria de las mujeres a los talleres confirma esta dificultad de los hombres a la hora de abordar temáticas tan dolorosas.
Otro de los obstáculos con los que se enfrentan las iniciativas que apuntan a hacer visible esta temática son los mitos arraigados en la sociedad como el que sostiene que no se debe hablar de suicidio porque estimula a que esta conducta se replique en otras personas.
Texeira resaltó la importancia de dar visibilidad al tema, fomentando el hablar al respecto, como estrategia para la prevención, así como apoyo a familiares en el proceso de duelo. Otro de los mitos que existen y que contradice los datos que se registran acerca del tema es el de que las personas que intentan suicidarse y no lo logran no querían terminar con su vida sino llamar la atención, muchas de las personas que se suicidan en Uruguay ya lo habían intentado antes, por lo cual se adquiere relevancia el abordaje y acompañamiento de las situaciones de intento de autoeliminación.
Un problema multicausal
González señaló que uno de los factores que la sociedad asocia tradicionalmente al suicidio es la situación socioeconómica y algunas de sus condiciones asociadas como la pérdida de empleo, no obstante recordó que si bien durante la crisis económica de 2002 en Uruguay se dio un pico de crecimiento del número de suicidios y si bien este bajó luego que la situación mejoró, el descenso fue mínimo y desde entonces el aumento en el número de casos ha sido continuo, tendencia que se mantiene hoy.
Texeira destacó que el suicidio es una problemática compleja multicausal, atravesada por numerosas variables psicológicas, sociales, biológicas, familiares, económicas, por lo que no puede ser abordada desde una única perspectiva, por ello es que apuntan a una mirada interdisciplinaria y que involucre a todos los actores. En este sentido el Programa de Salud Mental incluyó varias disciplinas en su conformación y buscará articular, a la interna de la Udelar, con los grupos e iniciativas que lleven adelante acciones vinculadas al tema y a la externa de la Universidad con las instituciones, organizaciones sociales, de la sociedad civil y actores que estén implicados en la temática de la salud mental.
En el material difundido en el marco de este 17 de julio el Programa de Salud Mental recomendaba como forma de prevención algunas acciones que todas y todos podemos aplicar en nuestros entornos, enfocadas en generar un diálogo sobre el tema:
- Al iniciar una conversación, podemos ayudar.
- Hablar sobre el suicidio puede ser una forma de cuidarnos.
- Abordar este tema puede contribuir a eliminar el estigma y habilitar a las personas a pedir ayuda.
- Juntos/as puede ser más fácil expresar cómo nos sentimos, abiertamente, sin juzgar, para que no sea una lucha en soledad.
Más información de «La última foto»
Más información del Grupo de Comprensión y Prevención Conducta Suicida
Fuente: https://udelar.edu.uy/