El Grupo de Estudios en Discapacidad en lo Social (Gedis) presentó el libro “Discapacidad” y “sexualidad” desde un proceso decolonizador situado. Sentipensando la facilitación sexual para “personas en situación de discapacidad”, publicado por la Fundación de Cultura Universitaria y financiado por CSIC.
En la apertura de la actividad, tanto la decana, Carmen Midaglia, como la integrante de la dirección del Departamento de Trabajo Social, Ximena Baraibar, destacaron la capacidad de producción de conocimiento del Gedis, con un abordaje novedoso del tema discapacidad. En ese sentido, Midaglia señaló que el grupo logró construir una linea de investigación y formación que pudo superar el abordaje tradicional desde la ciencias de la salud.
Sobre el libro en particular, Baraibar dijo que refuerza el vínculo con actores externos a la FCS, ya que muchos de los autores no son de la Udelar lo que enriquece el texto con distintas aproximaciones al tema. «Este libro logra articular conocimientos y logra algo que no siempre es fácil en una Facultad que es salir puertas afuera», concluyó.
Sobre el origen de la investigación, sus autores, Micaela Chacón, Ivana Fernández, Gerardo Grassi, Dieva Larrosa, María Noel Míguez, Andrea Paciel, Darwin Pérez y Karina Silva, contaron que en 2015 mientras estudiaban la reciente puesta en marcha del Sistema de Cuidados, se encontraron que muchas asistentes personales que trabajaban con personas en situación de discapacidad empezaron a plantear que en «las lógicas de cuidado en la vida cotidiana se estaban enfrentando a cuestiones en torno a la sexualidad o lo erógeno, que no eran parte de su rol como cuidadoras. Ahí vimos que era un tema que había que conversarlo y buscar soluciones», explicó Míguez. En ese momento se empezó a gestar el libro con el objetivo de poner el foco en la construcción de la figura y el rol de la facilitación sexual.
La publicación, que insumió cuatro años de trabajo, reflexionó colectivamente sobre el concepto de discapacidad y sobre qué se entiende por sexualidad, no solo desde el saber académico, sino que buscó «construir el conocimiento en colabor», donde los protagonistas de las políticas sociales brindan su visión sobre el tema, desde una perspectiva social y no medicalizada de la discapacidad. «Lo más importante es que todos tenemos saberes, y no hay jerarquías de saberes en el equipo. Somos seres plurales, con saberes plurales», remarcó Míguez.
Ivana Fernández, destalló el trabajo de campo realizado, que incluyó tres metodologías: «el contemplar comunal, el conversar alterativo y el reflexionar configurativo». En ese sentido, realizaron tertulias y encuentros colectivos con referentes sindicales, políticos y académicos nacionales e internacionales; instrumentaron diálogos de saberes y encuentros creativos-expresivos en varios departamentos del país.
Sobre la figura y el rol de la facilitación sexual, tema central de la investigación, Darwin Pérez explicó que en el proceso de trabajo se manejaron varios términos: «asistente sexual», «acompañante sexual», «acompañamiento íntimo» y finalmente se consensuó «facilitación sexual», ya que evita confusiones con el trabajo sexual y con el rol del asistente personal. La diferencia es que el trabajo sexual tiene por objetivo generar heteronomía, lo opuesto a la autonomía, mientras la facilitación busca generar componentes de autonomía para el despliegue la sexualidad.
Además de hacer estas precisiones, la investigación establece la necesidad de formar a quienes desempeñen este rol de facilitación y se establece que los contenidos de la formación deben ser elaborados por personas en situación de discapacidad en conjunto con referentes de algunas profesiones ligadas a lo psicológico o lo social conocedores de la temática.
Sobre quienes accederían a la facilitación sexual, Dieva Larrosa subrayó que está pensado para todas las personas en situación de discapacidad, sin exclusiones, ya que se entiende que «la sexualidad es un derecho de todos y todas y que todos tenemos derecho al disfrute y al pleno ejercicio de la sexualidad, pluralmente y diversamente». «Tanto las personas en situación de discapacidad como quien ejerza la facilitación sexual tienen que haber consensuado, previamente a los encuentros, hasta dónde llegar en el despliegue de la sexualidad. Cada encuentro será, por ende, distinto a los demás», explica el libro.
La publicación, producto de una serie de tres investigaciones realizadas desde 2018 por el Gedis en el marco del Grupo I+D «Discapacidad en lo social» financiado por la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC) de la Universidad de la República, fue editada por la Fundación de Cultura Universitaria.