El ingeniero Carlos Anido presentó la conferencia «Una abundancia que no era tal: escasez de agua potable en Uruguay», en la que desarrolló aspectos fundamentales de la situación hídrica nacional. La actividad se realizó el lunes 29 de abril en la Facultad de Ciencias Sociales en el marco del ciclo «Agua que vemos, agua que no vemos, agua que queremos» organizado por el grupo de trabajo Ambiente y DDHH de la Cátedra Unesco de Derechos Humanos de la Udelar.
Al inicio de la charla, Anido hizo una puesta a punto sobre las distintas acciones, omisiones y situaciones ambientales que propiciaron la crisis hídrica y la sequía en 2023 que afectó el suministro de agua potable en Montevideo y zonas metropolitanas, así como a la agricultura familiar local.
El ingeniero afirmó que en el país ninguna actividad industrial o agrícola paga el agua que consume; que el recurso está a disposición: «ha habido un saqueo del agua por las corporaciones del agronegocio, la forestación y las plantas de celulosa, que han ido agotando las riquezas que había» y afirmó que desde el Estado «está faltando control y amortiguación».
Sobre la instalación del proyecto Neptuno, Anido indicó que la zona en que está instalado no es propicia para el abastecimiento de agua para consumo humano y detalló varios inconvenientes que impedirían obtener agua potable de forma permanente y en cantidad suficiente para el área metropolitana: presencia durante largos períodos del año de agua salada y cianobacterias, zona de confluencia permanente de muchos residuos de aguas de grandes ciudades, industrias y zonas agrícolas de la región Cuenca del Plata, cercanía con el nuevo saneamiento de la ciudad de Bs As, entre otras, y destacó que, si bien se entiende que hay diferencias de velocidad del agua entre las orillas y el centro del cauce canales que zonifican y separan las aguas, igual hay fenómenos físicos de mezcla por difusión, viente y es esperable además que si la probabilidad no es 0, en algún momento se den simultáneamente las condiciones -salinidad, contaminación, explosiones algares, sedimentos, mezcla de aguas-,para que esas aguas se crucen y la instalación proyectada no pueda procesar el agua y fracase. Amén de que nunca podrá procesar todos los componentes de contaminación que pasan por ese lugar.
Consultado sobre las posibles soluciones, Anido entiende que la OSE cuenta con estudios y alternativas viables para solucionar el abastecimiento. Indicó que el volumen de la población permite pensar en algunas posibilidades locales: por ejemplo apelar a combinar las aguas superficiales y las aguas subterráneas; recurrir a las de otras cuencas y centrarse en la regeneración de la cuenca del Río Santa Lucía que es la única cuenca cercana de jurisdicción totalmente uruguaya. Para el ingeniero hay que invertir en obras ya identificadas y en reparación de las cañerías existentes y para esto se puede apelar a cobrar el canon establecido por la ley Nº 14.859, de diciembre de 1978 que aún está sin reglamentar.
El agua como derecho humano
Este año se cumplen 20 años de la reforma constitucional que incorporó el artículo 47, en el cual se establece que: «El agua es un recurso natural esencial para la vida. El acceso al agua potable y el acceso al saneamiento, constituyen derechos humanos fundamentales» y que entre sus disposiciones coloca al Estado como dueño y proveedor de este recurso.
Esta actividad es el inicio de una serie de eventos que el grupo Ambiente y DDHH de la cátedra tiene planificados para celebrar este reconocimiento que Uruguay hizo al agua como derecho humano, pionero a nivel internacional.
Evento completo en Youtube:
*Nota elaborada por la Unidad de Comunicación del Área Social y Artística de la Udelar