Este 8 de setiembre se presentaron los resultados de la primera etapa de la Evaluación Institucional (EI) iniciada por la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) en 2019: el informe final de la autoevaluación. Además de recolectar y sistematizar información, se analizó el funcionamiento de la Facultad en seis grandes dimensiones: contexto institucional; enseñanza; investigación; extensión y actividades en el medio; comunidad universitaria; e infraestructura.
En la apertura del evento, la decana, Carmen Midaglia, recordó que en 1998 la Universidad de la República (Udelar) tuvo la iniciativa de comenzar a realizar evaluaciones institucionales con el objetivo de mejorar el funcionamiento de los servicios, proceso que fue aprovechado también para la acreditación de algunas carreras a nivel regional. Midaglia subrayó que el proceso de evaluación continúa con dos etapas más: en lo inmediato llegarán a FCS tres evaluadores externos, uno nacional y dos extranjeros, y como última fase se elaborarán planes de mejora. El proceso culmina con lo que la decana describió como un desafío para la institución: «la creación de una unidad que continúe con la evaluación y la producción de información».
Antes de ceder la palabra, agradeció especialmente al equipo técnico que llevó adelante la autoevaluación, Laura Noboa (coordinadora), Víctor Borras, Santiago Cardozo y Andrés Wilkins, y también a la Comisión de Evaluación de FCS.
Por su parte, Laura Noboa, encargada de presentar los resultados y, de esta manera, dar cierre a esta primer etapa, detalló las características generales de la EI en la Udelar, las especificidades del proceso de autoevaluación en FCS, y algunos resultados y valoraciones del servicio.
Noboa señaló que el carácter de la EI es «esencialmente reflexivo y participativo» y que es un proceso complejo que busca responder al conjunto de criterios establecidos para cada una de las dimensiones señaladas anteriormente.
Tanto Alejandro Mariatti, integrante de la Comisión por el orden docente, como Mariángeles Caneiro, dinamizadora del Área Social y Artística de la Comisión de Evaluación Interna y Acreditación (CEIyA) de la Udelar, destacaron a su turno la riqueza del proceso comenzado hace tres años y que debió a travesar la pandemia por Covid-19. Caneiro, particularmente, celebró la inclusión de algunos aspectos que el equipo técnico incorporó al proceso y que no estaban en las pautas centrales de la Udelar, además de tomar la opción de recorrer un «camino largo» ya que se optó por «publicar el informe en diferentes tomos que fueron saliendo en el trascurso de los meses», lo que, dijo, aportó mucho en términos del dialogo que se pudo generar. Particularmente, señaló la incorporación de tres aspectos clave relacionados con discusiones que se están dando en la propia Udelar: la mirada de género; el monitoreo de las situaciones disimiles de los estudiantes, por ejemplo la discapacidad; y la desigualdad territorial, temas abordados por Facultad por fuera de las pautas centrales.
Por último, señaló que el volumen de información generada, uno de los puntos más desafiantes en este tipo de iniciativas, será de gran utilidad para FCS más allá de esta evaluación.
Por su parte, José Passarini presidente de la CEIyA, afirmó que la EI no puede ser un sistema burocrático que genera información, la valora pero después la archiva. Por el contrarió se debe tomar esa información para generar mecanismos y planes en función de ella. Por eso, dijo, a cada Facultad que termina la evaluación externa «se le asigna fondos para contratar un recurso humano que se radique en el servicio para la construcción del plan de desarrollo y su seguimiento».