El Consejo Directivo Central (CDC) de la Universidad de la República (Udelar), en la sesión del 22 de diciembre de 2020, aprobó una Ordenanza de actuación ante casos de violencia, acoso y discriminación con el fin de «preservar el derecho al trabajo y estudio en ambientes libres de estos comportamientos».
Así lo indica el documento, compuesto de 19 artículos que identifican como ámbito de aplicación de los procedimientos a todos los integrantes de la comunidad universitaria: «estudiantes, personal docente, administrativo o de servicios, becarios, pasantes y egresados de Udelar que participen de actividades en la institución». Tanto situaciones dentro de las sedes universitarias como fuera de ellas están comprendidas mientras se relacionen y estén bajo control de la institución educativa.
La Ordenanza identifica también los distintos tipos de violencia: en el lugar de trabajo, psicológica en el trabajo y el estudio, acoso moral, acoso sexual, discriminación, laboral basada en género y basada en género en el ámbito educativo. Asimismo, indica los principios por lo que se rige así como la explicación de las funciones de los distintos servicios y equipos involucrados, aclara cómo es el proceso para realizar una consulta ante la sospecha de una situación y guía en cómo realizar la denuncia en el caso que corresponda.
Sobre el nuevo protocolo, que comenzará a regir a partir del 5 de abril de 2021, el portal de la Udelar entrevistó a la integrante del equipo técnico de la Comisión Central sobre Prevención y Actuación ante el Acoso y la Discriminación, Silvia Franco y a la miembro de la Comisión Ad Hoc creada para elaborar la ordenanza, Susana Rostagnol.
Si bien Franco consideró que este «es un avance significativo para la Udelar en torno al abordaje de la violencia, el acoso y la discriminación», recalcó que «esta política es un marco de referencia y actuación para el problema, pero el camino a recorrer es complejo y requiere de la toma de conciencia, voluntad y esfuerzo de toda la comunidad universitaria».
Rostagnol, por su parte, destacó que «con el paso del tiempo y con la puesta en práctica del protocolo se va a poder empezar a tener relaciones más equitativas» y agregó que se espera que el protocolo sea una herramienta para un cambio de comportamiento y de relaciones humanas.