Área de Vejez y Trabajo Social (AVYTS) del Departamento de Trabajo Social presentó el libro Diálogos (im)perfectos. Vejeces y feminismo, que busca ser una «fuente de provocación e inspiración para reconocer la multiplicidad de vejeces posibles», según se explica en la presentación de la publicación.
La obra, que es parte de la producción editorial que desarrolla AVYTS desde su creación en 2008, busca visibilizar el tema de la vejez: «pensando en términos de género, de diversidad, de conocimiento situado, de la construcción del conocimiento desde el intercambio de saberes», explicó Sandra Sande, docente de Trabajo Social y compiladora del libro junto a Romina Mauros. Con el antecedente de una trilogía de publicaciones realizada en los últimos años, más una guía de trabajo para los organismos involucrados en el tema, buscaron darle un giro al abordaje e introducir la perspectiva feminista, que «apuesta a la justicia social y a mirar las cosas desde la interseccionalidad y desde los aportes da la decolonialidad», subrayó Sande.
Por su parte, Jenny Segovia, socióloga que trabaja con el AVYTS y autora de uno de los artículos del libro, destacó cómo el Área trabaja con personas de diferentes generaciones y con diversas trayectorias y logra generar un espacio de intercambio «desde un lugar de confianza, que no siempre ocurre en el espacio académico» donde entran en juego las jerarquías.
No hay una sola vejez
Las docentes explicaron que desde el Área, y particularmente con su último libro, buscan romper con la idea de que hay una sola vejez, con el prejuicio de que a partir de determinada edad se pasa a ser viejo, o adulto mayor y que eso significa enfermedad, dependencia y pasar a ser una persona sin valor para el mercado. Por el contrario, entienden que existen múltiples vejeces: «somos diferentes, nos habitan distintas formas de sentir y de actuar. Y también las intersecciones que nos atraviesan [son diferentes]: no es lo mismo habitar en un barrio que en otro, en el campo o en la ciudad, ejemplificó Sande. Por ello, entiende que se hace necesario «poner sobre la mesa la diversidad que somos, cada uno con un proceso de envejecimiento diferente». Particularmente, en uno de los artículos escrito por las compiladoras Armarios: La des-sexualización de la vejez como forma de deshumanización, se hace hincapié en una de las vejeces, aun más invisiblizadas: las vejeces trans. «Estamos mirando desde una forma de envejecer (las vejeces trans) todos los prejuicios que atraviesan a todas las personas», sentenció.
Consultada sobre su artículo «Maternar es político. Maternajes y curso de vida», Segovia explicó que el concepto de maternaje tiene que ver con las prácticas de crianza como tal y también con los discursos sobre la maternidad. Allí problematiza, por ejemplo, las figuras que se construyen en torno a las madres. «Maternar es político porque en ese ejercicio nos construimos nosotras como mujeres mientras construimos a la siguiente generación, y estamos repensando sobre la generación anterior», resumió.
El libro, en el que escribieron nueve personas entre docentes, estudiantes, egresados y egresadas, y que aborda las vejeces desde temas como territorio, ruralidad, diversidad, curso de vida, sexualidad y gerontología crítica, está disponible en el repositorio Colibrí de la Udelar (clic aquí)