El Observatorio Socioeconómico y Comportamental (OSEC), integrado por docentes de Facultad de Ciencias Sociales, elaboró un informe donde analiza los posibles rumbos de la pandemia de Coronavirus en Uruguay, a partir del análisis de la experiencia comparada de otros países.
El OSEC integra el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) que asesora al gobierno nacional. Su propósito de producir y difundir conocimiento sobre la dinámica comportamental, los impactos socioeconómicos y los efectos en la salud mental en la población uruguaya. Está integrado por investigadores de distintas disciplinas de las ciencias sociales, mayormente vinculados a la Universidad de la República, y es coordinado por Fernando Filgueira de la Unidad de Métodos y Acceso a Datos (UMAD) de facultad.
El texto, escrito por Filgueira y los también integrantes de la UMAD Fabricio Carneiro, Nicolás Schmidt, Gustavo Méndez y Jimena Pandolf, aclara que esta nueva manera de encarar el estudio de los posibles escenarios para Uruguay es complemantaria de la utilizada hasta el momento por el grupo asesor. Para ello se eligieron diez países que «por cantidad de población y por haber presentado pautas similares de comportamiento hasta el último trimestre del año, pueden ofrecer lecciones y regularidades empíricas a considerar para diseñar una estrategia de contención de esta etapa de la epidemia», explican.
Del estudio comparado, surge que no se registran casos exitosos de contención de la pandemia en escenarios de «circulación comunitaria» y «curva exponencial de nuevos casos diarios», sin realizar cambios en la movilidad (al trabajo, trasporte y recreación) y sin «acciones vinculantes del Estado que disminuyan en forma forzosa la demanda de movilidad». A esto agrega un tercer elemento que «parece diferenciar el éxito del fracaso de estas medidas: la capacidad social y económica del Estado de ofrecer garantías mínimas de bienestar especialmente a la población en situación de vulnerabilidad».
En el apartado «recomendaciones para el periodo final de enero y principios de marzo», los investigadores dicen: «La recomendación general que se desprende del análisis de la experiencia comparada es que para controlar la pandemia en el actual estado de su evolución debe reducirse fuertemente la movilidad de las personas especialmente en lo que refiere al trabajo, al transporte y a espacios cerrados de recreación y comercio no esencial». […] Esta disminución de la movilidad se puede dar de manera voluntaria e individual a partir de exhortaciones y una mayor percepción de riesgo o de manera vinculante mediante definiciones del gobierno», explica.
Los autores del informe señalan, además, que desde el punto de vista «teórico-conceptual, y de los «estudios internacionales empíricos», el nivel de acatamiento a las medidas de restricción de movilidad está influido por la capacidad económica de las personas de sostenerlo. Por ello, se hace necesario un «esfuerzo fiscal» para atender a personas, hogares y empresas si se quiere « lograr mayor adherencia a dichas medidas». A esto se suma la necesidad de un incremento notorio del nivel de testeo en fases de crecimiento exponencial de casos positivos.
Al final del texto pueden encontrarse las siguientes recomendaciones generales:
- Considerar medidas vinculantes del Estado adicionales a las ya existentes para reducir de manera sensible la movilidad de las personas.
- Si se avanza en el primer aspecto es imprescindible fortalecer el apoyo económico a las personas y sectores de la economía más afectados por la restricción de movilidad. Los costos, cobertura y montos se estiman en un futuro documento de aportes para el debate.
- Incremento del nivel de testeo, procurando disminuir la pérdida de nexos epidemiológicos y ubicarse en niveles inferiores al 5 % de positividad.
Este trabajo fue producido por el observatorio en el mes de enero de 2021 y revisado el 15 de febrero, y se titula Una mirada comparada a la evolución de la pandemia, la movilidad y las medidas no farmacológicas de contención. También se pone a disposición, el informe Claves socioeconómicas, comportamentales y comunicacionales para enfrentar una nueva etapa de la epidemia, elaborado en diciembre de 2020