El último informe de la Autoevaluación Institucional de la Facultad de Ciencias Sociales (FCS) hace foco en la dimensión «comunidad universitaria», a través de la descripción y caracterización de cada uno de los actores del servicio: estudiantes de grado y posgrado, docentes, egresados y personal Técnico, Administrativo y de Servicio (TAS). Se tomaron en cuenta indicadores como la cantidad de estudiantes activos por sede y carrera, perfil socioeconómico; cantidad de docentes y características de sus cargos, dedicación a las diversas funciones, formación y producción académica; cantidad de egresados por carrera y sede y vínculos con la institución; distribución del personal Técnico, Administrativo y de Servicio (TAS), características de sus cargos, mecanismos de acceso y ascenso, entre otros. A esto se suma un relevamiento de la normativa que regula las actividades de cada grupo, así como la existencia de «espacios y mecanismos institucionales que involucren, en distintos aspectos, a la comunidad universitaria de FCS».
Para el trabajo se tomó en cuenta a aquellos actores presentes en las licenciaturas y en la tecnicatura ofrecida en el interior del país por el servicio, o bien donde la FCS es centro de referencia académica.
Del trabajo realizado se desprende que la comunidad de Facultad está integrada por más de 6 mil estudiantes activos de grado (2.960 del Ciclo Inicial, 3.114 del Ciclo Avanzado y 150 de la Tecnicatura en Desarrollo Sustentable), casi 170 estudiantes de posgrado, cerca de 400 docentes, casi 3500 egresados y 97 funcionarios TAS. O dicho de otro modo, el servicio cuenta con un docente cada 16 estudiantes (de grado), aproximadamente, y un funcionario TAS cada 64 estudiantes y cada cuatro docentes, aunque el texto aclara que estas cifras no deben interpretarse «asociado a las funciones (por ejemplo, ratio docente/estudiante en la enseñanza directa), y tampoco discrimina según tarea o sección».
Estudiantes de la FCS
Además de detallar la distribución de estudiantes por ciclo, carrera y sede, el informe señala que en los últimos diez años «los ingresos han oscilado en torno a las 1200 inscripciones anuales, con una tendencia de incremento moderado desde 2015 y un registro particularmente alto en 2021» (1.791), cursando el 90% en la sede de Montevideo.
En cuanto a las características sociodemográficas de la población estudiantil, se afirma que «la FCS atiende a una población estudiantil relativamente “envejecida” y predominantemente feminizada», con una heterogeneidad en cuanto al «origen educativo», incluso, «más de la mitad de la población estudiantil, son la primera generación en su familia en acceder a estudios de nivel terciario». Según los datos, las personas inscriptas al Ciclo Inicial tenían, en promedio, 26.3 años de edad y «el 13% del estudiantado activo proviene de hogares con enseñanza primaria como máximo nivel de instrucción, el 25% tiene padres/madres que alcanzaron a cursar la educación media, pero no a completarla, el 17% es hijo/a de padres/madres con enseñanza media completa y el resto de padres/madres con estudios terciarios: 21% de carácter no universitario, 17% de carácter universitario de nivel de grado y 7% de nivel de posgrado».
El texto también desglosa otros datos de interés como las cifras de estudiantes por ciclo, lugar de residencia y de origen, la estructura por edades al momento de la inscripción al Ciclo Avanzado, entre otros. En ese sentido se destaca que el 83% de los estudiantes reside en Montevideo o en sus dos departamentos limítrofes: Canelones y San José. Además, se obtuvieron datos sobre los «migrantes del interior» que representan un cuarto de los estudiantes, datos surgidos de la diferencia entre el porcentaje que residía en el interior pre y post matriculación.
Al analizar qué sucede en cada carrera se encontró que se observan diferencias importantes entre ellas cuando se analiza el perfil social de quienes cursan la Licenciatura en Trabajo Social y el resto. La Licenciatura en Trabajo Social recluta, en promedio, estudiantes de hogares con niveles menores de educación formal provenientes, en una proporción mayor, de los departamentos del interior no limítrofes con Montevideo.
El estudio encontró que «más de ocho de cada diez estudiantes de FCS son económicamente activos, es decir: trabajan (57%) o buscan trabajo (26%)» y […] «solo uno de cada diez estudiantes de FCS no trabaja, no busca trabajo y no ha trabajado con anterioridad». Adicionalmente, quienes trabajan tienen una carga horaria «muy alta» y la mitad de quienes están empleados declaró que su trabajo estaba «nada relacionado» con la carrera que cursa. A esto se suma que el 18% del estudiantado ya ha tenido hijos, y en su gran mayoría convive con ellos (15%).
El equipo investigador apunta que el Servicio «no ofrece políticas o programas específicos de becas o transferencias de apoyo», aunque sí difunde apoyos ofrecidos centralmente, y destaca que el 6% de quienes cursan de manera activa recibía una beca al momento del estudio, y otro 17% no estaba becado pero lo había estado anteriormente.
Finalmente, el informe describe el proceso de ingreso de los y las estudiantes, su trayectoria de cursado y el egreso de las carreras de grado. Sobre el ingreso se destaca que conocen las normas que regulan sus derechos y obligaciones, que el servicio lleva adelante actividades de difusión, apoyo y asesoramiento para quienes ingresan a Facultad y cursan los primeros semestres, actividades a cargo de la UAE, que además tiene el objetivo de ejecutar proyectos de enseñanza y de formación pedagógico-didáctica de los docentes, además de monitorear las trayectorias estudiantiles.
Sin embargo, de las opiniones recabadas en el proceso de autoevaluación se desprende que la información recopilada por la Unidad en los informes de ingreso aún «no es utilizada mayormente como insumo» para la gestión y planeamiento de la enseñanza.
Sobre las trayectorias estudiantiles, el informe advierte sobre la existencia de «problemas muy importantes respecto a la progresión en el cursado de los Ciclos Inicial y Avanzado y la la culminación de las carreras». En ese sentido ilustra: de cada 100 estudiantes que se inscriben en la FCS, 70 llegan a realizar al menos una actividad curricular, solo 40 logran hacer la transición al Ciclo Avanzado y apenas 17 obtienen un título en alguna de las licenciaturas, algunos años más tarde.
Los autores explican que los bajos egresos son una consecuencia directa de las magras tasas de matriculación al Ciclo Avanzado (CA), aunque igualmente los egresos son también muy bajos, incluso si se calculan como porcentaje del subconjunto de estudiantes que llegan a inscribirse en el CA.