El jueves 1º de junio se realizó la «II Jornada sobre inclusión educativa. Estrategias de abordaje para estudiantes en situación de discapacidad»
En la apertura de la actividad, el decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Diego Piñeiro, destacó la importancia de la actividad ya que rubrica y refleja la postura de la institución de ser un centro de estudios abierto e inclusivo
Piñeiro felicitó a la organización de la jornada e invitó a recorrer «Invisible/Visible: una muestra fotográfica por una real educación inclusiva en la Udelar» ubicada en el hall de la facultad y que permanecerá hasta el 10 de junio.
Destacó que «estas muestras generan que la gente se pregunte ¿qué es lo que estamos haciendo por la inclusión educativa?»
Tras la palabras de bienvenida del decano, comenzó la mesa «Discapacidad y educación en la universidad» en la que cual participaron la coordinadora de la Unidad de Asesoramiento y Evaluación (UAE), Mariángeles Caneiro; la docente e integrante del Grupo de Estudios sobre Discapacidad (GEDIS), María Noel Míguez, la directora del Departamento de Programas Sociales de Bienestar Universitario, Gabriela Pacci, y la encargada de Inclusión Laboral y Sensibilización de la Fundación Bensadoun Laurent e integrante del GEDIS, Lucía Sánchez.
Mariángeles Caneiro explicó en el inicio la dinámica del encuentro, el cual se enfocaría en las situaciones de discapacidad en la Universidad de la República en general y en la FCS en particular, a través de experiencias y reflexiones. Destacó la relevancia de discutir ¿qué se entiende y cómo se abordan situaciones de discapacidad? y ¿qué implicancias tiene la inclusión educativa? a través de las vivencias. Para Caneiro, desde esta línea se marca un posicionamiento de entender la educación como un derecho y no como un privilegio que, si bien es un enunciado simple para entender y acordar, tiene desarrollos prácticos no tan sencillos. La concepción conlleva entonces la pregunta ¿cómo hacemos que la educación se traduzca en la efectiva realización , en el goce de ese derecho?
Se refirió a que trabajar desde este marco conceptual, como punto de partida, implica una forma de entender la educación y una manera de relación docente-estudiante: la educación no como una relación unívoca sino como un vínculo que posibilite el reconocimiento y la afectación.
La concreción de estas nociones tiene que ver con aspectos materiales, de recursos, de infraestructura edilicia pero también con la propia relación educativa.
La interrogante de ¿cómo desarrollar y promover prácticas desde la inclusión? provoca tensiones entre la teoría y la práctica. Caneiro se refirió al problema de la autopercepción docente, el «no estar preparados» para trabajar con estudiantes en situación de discapacidad. En este sentido, Caneiro plantea una alternativa, extraída del investigador argentino Carlos Skliar – doctor en fonoaudiología, especialista en problemas de la comunicación humana- , que consiste en sustituir la falta de preparación previa por disponibilidad y permeabilidad argumentando sobre la dificultad de predefinir situaciones particulares con las que el docente tendrá que interactuar.
Seguidamente, tomó la palabra María Noel Míguez quien retomó los comentarios del decano en cuanto a las iniciativas en materia de accesibilidad. Hace más de una década comenzó el proyecto de una Facultad de Ciencias Sociales inclusiva. Con la reforma del edificio en el año 2007, se incorporan dispositivos de accesibilidad edilicia como rampas y ascensores, y desde este año, existe en el hall una senda para personas con baja visión.
Otra de las iniciativas destacadas por Míguez fue un curso de atención al público y lengua de señas realizado a pedido de funcionarios no docentes y del GEDIS. El curso tuvo lugar en FCS y asistieron funcionarios de Biblioteca y provenientes de otros servicios universitarios. Con estas medidas se intentó trascender la idea de la integración hacia hechos concretos. Hizo referencia a que normativamente hay un real reconocimiento de las personas en situación de discapacidad pero que esto muchas veces no se visibiliza en acciones específicas. Es por ello que entiende fundamental el posicionamiento de las instituciones . En este sentido, destacó la disposición de Diego Piñeiro, que en aquel primer mandato, posibilitó un avance en materia de accesibilidad educativa.
A continuación, Gabriela Pacci mencionó los programas con los que cuenta Bienestar Universitario en materia de inclusión educativa e instó a «aprender a reconocer y a repensar la realidad con otros lentes». Señaló que las políticas de igualdad sociales y educativas se basan en un concepto de igualdad hegemónico y normativista que muchas veces oculta las diferencias y agregó, «cuando no reconocemos las diferencias, generamos desigualdad y ahí hay derechos humanos vulnerados». Para ello, las instituciones tienen el deber de cumplir con las normativas vigentes y también de generar normativas que disminuyan estas diferencias.
Lucía Sánchez se refirió a los cometidos de la Fundación Bensadoun Laurent, organización sin fines de lucro comprometida con la inclusión social y laboral de las personas en situación de discapacidad. Hizo hincapié en las dificultades que enfrentan las personas con discapacidad a la hora de comenzar una carrera universitaria y llamó a pensar los procesos de inclusión como democratización de la educación pública. Señaló que existe en el imaginario social la idea de que realizar acciones de inclusión es costoso y que este motivo limita las iniciativas cuando, en realidad, muchas veces los recursos son de fácil acceso.
La jornada continuó con un psicodrama realizado por la Fundación Bensadoun Laurent y con la mesa «Nuestras experiencias» a cargo de docentes y estudiantes universitarios.
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