El proceso de Autoevaluación Institucional (AI) genera en los actores entrevistados un conjunto de expectativas sobre la incidencia que dicho proceso podría tener en el porvenir de la Facultad de Ciencias Sociales. Se destacan los principales comentarios emitidos al respecto.
En primer lugar, se identifica un conjunto de valoraciones que definen a la AI como un proceso político, técnico y pedagógico; que sistematiza información antes dispersa, generando datos confiables, que serán fundamentales para discutir y planificar las líneas de trabajo a nivel del Servicio. En general, esta valoración se asocia a la idea de que el potencial de la AI -y de los procesos de evaluación en general- radica en la posibilidad de hacer un diagnóstico exhaustivo, que le permita a la institución corregir los procedimientos que deben ser mejorados, e incentivar el desarrollo de aquellos componentes evaluados positivamente.
Por otro lado, se ha valorado positivamente su carácter participativo; tanto por la invitación a participar de una reflexión colectiva, como por el valor de sintetizar las valoraciones y perspectivas de los actores consultados. Según las entrevistas realizadas, este carácter plural y participativo redundará en un mayor conocimiento y valoración del trabajo que realiza el Servicio en sus distintas unidades, pudiendo trascender la visión particular de cada actor según su lugar en la institución.
También existe otro conjunto de opiniones que no identifican posibles ventajas de la AI; tanto sea por considerar que están conformes con el trabajo que se realiza actualmente; como por experiencias de evaluaciones anteriores que no colmaron las expectativas; o por un descreimiento en la posibilidad de que FCS modifique aspectos sustanciales. Otro conjunto de actores han expresado que no han podido generar expectativas positivas con el proceso de AI, porque se desarrolla en un contexto de pandemia, que por su carácter excepcional y por el exceso de tareas a desarrollar, no permite un involucramiento mayor por parte de la comunidad de FCS.
Sin perjuicio de estos últimos argumentos, en general, las expectativas son bastante optimistas. Muchos actores han destacado el potencial de integrar la AI con la evaluación externa, lo cual permitirá enriquecer la evaluación. A su vez, algunos han valorado que la propia participación en el proceso de relevamiento de datos, instancia de entrevista o intercambio, ha significado una valiosa oportunidad de reflexión sobre aspectos que a pesar de ser muy importantes, pasan inadvertidos en la gestión cotidiana.