El equipo técnico de la autoevaluación institucional analizó la enseñanza de posgrado y la educación permanente en Facultad de Ciencias Sociales (FCS) a través del estudio de siete subcomponentes: Oferta de Carreras de Posgrado; Perfiles de Egreso de Posgrado; Adecuación de los Planes de Estudios de Posgrado; Incorporación de la Investigación en las Carreras de Posgrado; Incorporación de la Extensión en las Carreras de Posgrado; Seguimiento de los Planes de Estudio de Posgrado; y la Oferta de Educación Permanente.
El texto recoge, además las «valoraciones que surgen de las distintas instancias de consulta con diversos actores institucionales» y las «valoraciones realizadas por la Comisión de Evaluación del Servicio (CES), con respecto a cada uno de los subcomponentes».
El informe comienza haciendo un breve repaso de la historia institucional en materia de posgrado, desde 1994 cuando se creó el primer programa de nuestro servicio, pasando por un proceso de crecimiento y diversificación de la oferta a través de «diplomaturas, maestrías y, desde la mitad de la década de 2000, programas de doctorado». A esto se suma una serie de evaluaciones sobre la oferta de posgrado a lo largo de los años, que suponen una «importante acumulación institucional».
Luego de repasar el marco normativo en materia de posgrados, el texto se centra en la oferta. Se relevó la existencia de 26 programas de posgrado: doce Diplomas, diez Maestrías y cuatro ofertas de Doctorado. La única oferta compartida entre distintas unidades académicas de Facultad es la Maestría en Políticas Públicas, co-coordinada por los Departamentos de Ciencia Política y Sociología. Tampoco existen «titulaciones de este nivel compartidas con otros servicios de Udelar» aunque sí se registran dos maestrías coordinadas con universidades extranjeras.
Si bien se entiende que se está ante una amplia y diversa oferta de posgrados, esta se centra «en impulsos de cada unidad académica, con poca articulación entre los programas, coordinaciones, y en general, las unidades académicas hacia una oferta integrada».
En cuanto a las inscripciones y egresos de las opciones de posgrado, se detectó que «a pesar del importante volumen de estudiantes que se han matriculado en carreras de posgrado en el período considerado, la titulación se ubica en niveles bajos». Entre 2009 y 2021 se otorgaron «1.017 títulos en total: 688 entre certificados y diplomas, 186 de maestría y 143 de doctorado». Sin embargo, «la tasa de egreso de los certificados y diplomas se ubica en el 40%, para las maestrías es del orden del 21% y para los doctorados del 31%».
Sobre los perfiles de egreso, otro de los puntos relevados para elaborar el informe, se estudiaron los perfiles de 25 de los planes de estudio ofrecidos en FCS. Se encontró que 15 de ellos definen perfiles de egreso de forma explícita: cinco diplomas o especializaciones, siete maestrías y tres especializaciones del Programa de Doctorado. Por otra parte, «no todos los programas que incluyen un perfil de egreso explicitan las competencias que se espera que desarrollen los egresados», ninguno hace mención a la «misión o visión institucional», y el nivel de explicitación del área de actuación de los egresados, varía según el programa.
De acuerdo al relevamiento realizado por el equipo técnico que llevó a cabo el informe, «las coordinaciones de las distintas carreras de posgrado valoran, en general, en forma positiva la adecuación de los posgrados a las demandas del medio». Se valora que los diplomas y especializaciones se orienten hacia el mercado profesional, aunque por otra parte advierten la inexistencia de «políticas institucionales sistemáticas de diálogo o consulta entre las unidades académicas y los empleadores del mercado profesional, público o privado».
En cuanto a las maestrías y doctorados, las coordinaciones destacan como un aspecto positivo la concordancia entre los perfiles de egreso y las líneas de investigación desarrolladas por las unidades académicas del Servicio.
Antes de pasar a las valoraciones de los actores institucionales, el informe analiza la adecuación de los planes de estudio de posgrados, en cuanto a su estructura curricular, mecanismos de enseñanza y evaluación, la incorporación de la investigación y de la extensión, y el seguimiento que se le da a los planes de estudio.