Presentación
El Diploma de Especialización en Intervención Familiar tuvo su primera edición en 1994 bajo la responsabilidad del Área de Infancia y Familia del Departamento de Trabajo Social. Desde el año 2004 está orientado a profesionales de distintas disciplinas, interesados en el amplio campo temático de familia, políticas sociales e intervenciones profesionales.
Se propone un abordaje centrado en las familias como entidades sociales históricamente situadas, responsables de la reproducción social entendida en forma amplia. Del mismo modo, los debates profesionales de orden teórico-metodológico y técnico-operativo y sus respectivos desafíos éticos, son un eje fundamental en su propuesta curricular.
Persigue la continua formación de los diversos agentes profesionales que trabajan en variadas temáticas afines al campo familiar así como también generar un espacio de producción, difusión y debate de los conocimientos que se conjugan y producen durante el cursado.
El diploma se organiza en dos bloques, el primero de los cuales puede ser entendido como una introducción al tema desde la perspectiva de diversas disciplinas humanas. El segundo y último coloca su énfasis en una estrecha relación con las prácticas profesionales de los egresados. En conjunto se compone de seis asignaturas cada una de las cuales debe ser aprobada a través de un trabajo final. El reglamento también exige la elaboración de una monografía final debidamente orientada por un o una tutor/a integrante del plantel docente del diploma. Su cursado completo abarca aproximadamente dieciocho meses.
El cuerpo docente es reconocido y calificado en las temáticas que específicamente imparten.
Objetivo general
Generar procesos de enseñanza-aprendizaje en torno a la relación familia y estado, como construcción socio-histórica y desde una perspectiva que alimente la reflexión teórica sobre la propia intervención profesional.
Objetivos específicos
- Promover el análisis de la temática de las familias en su procesualidad y devenir nacional, latinoamericano y europeo.
- Brindar herramientas para el análisis crítico de la temática, en términos de indagación teórica y reflexión práctica.
- Facilitar procesos de enseñanza-aprendizaje interdisciplinarios.
Coordinación
La coordinación académica se encuentra a cargo de la Dra. Mónica De Martino.
Inscripciones
A partir del 20 de febrero hasta el 15 de abril de 2024 estarán abiertas las postulaciones para una nueva edición del Diploma de Especialización en Intervención Familiar. El inicio de cursos está previsto para agosto de 2024
Las inscripciones se recibirán a través de este formulario digital que deberá completarse y adjuntar allí mismo la documentación requerida. En caso de consultas administrativas escribir a solicitudesposgrados@cienciassociales.edu.uy.
La modalidad de cursado del diploma es presencial. Las clases son los viernes de 9 a 12.30 horas y de 18 a 21.30 horas. Algunas asignaturas se dictan en la mañana y otras en la tarde. Se debe asistir en ambos horarios.
Documentación requerida
- Cédula de identidad
- Título y escolaridad de grado
- Currículum Vitae ordenado de acuerdo a los ítems que ya hemos informado. No debe presentarse las constancias (excepto título y escolaridad). Se deberá declarar que lo informado tiene carácter de Declaración Jurada.
- Nota de no más de una carilla donde los postulantes deberán exponer los motivos por los cuales poseen interés en el cursado del Diploma.
- En caso de solicitar beca, se deberá presentar nota fundamentando los motivos de la solicitud.
- Nota indicando que han leído y aceptan el Reglamento del Diploma (el modelo de la nota se encuentra en el formulario de postulación).
- Otra documentación que se considere relevante.
Régimen de admisión
El Reglamento del Diploma establece:
Artículo 3º. Las convocatorias para cada generación establecerán las bases y el procedimiento de selección de los alumnos. Ambos serán sancionados en cada convocatoria por el Consejo de Facultad.
Artículo 4º. Los criterios de admisión al Diploma, así como el estudio de los méritos de los postulantes y la selección para el cursado del mismo serán realizados por un Tribunal de Admisión designado por el Consejo de la Facultad de Ciencias Sociales a propuesta del Departamento de Trabajo Social (Comité Académico de Posgrados y Coordinación del Diploma) y previo asesoramiento de la Comisión de Posgrados de la Facultad. Estará integrado por tres docentes Grados 3, 4 o 5. El Tribunal de Admisión decidirá fundadamente mediante acta.
Artículo 5º. Una vez analizados los méritos de los postulantes, el Tribunal elaborará un informe donde constarán los criterios utilizados para la selección y el orden de prelación de los postulantes. Este listado deberá ser aprobado por el Consejo de la Facultad de Ciencias Sociales, previo pasaje por la Comisión de Posgrados de la FCS. Solamente después de la aprobación por parte del Consejo se comunicará de los resultados a todos los postulantes al Diploma.
Artículo 6°. Se establece como cupo máximo 30 (treinta) estudiantes a fin de garantizar condiciones de enseñanza y aprendizaje pertinentes y adecuadas.
Tribunal de admisión
El Tribunal estará integrado por: Mag. Carla Calce, Mag. María Echiverriborda y la Dra. Mónica De Martino, en carácter de titulares, y Mag. Mateo Berri, en carácter de alterno.
El Tribunal deberá elaborar los criterios de evaluación así como los puntajes a asignar en los siguientes ítems.
- Título y Escolaridad. Otros estudios superiores sin concluir: hasta 40 puntos.
- Currículum Vitae. (2.1. Trayectoria Profesional; 2.2. Trayectoria Docente si la hubiere; 2.3. Actividades académico-profesionales; 2.4. Investigación, publicaciones, informes u otros productos profesionales): hasta 40 puntos.
- Nota expresando motivaciones para el cursado: hasta 10 puntos.
- Entrevista personal: hasta 10 puntos.
En el proceso de selección, además de analizar antecedentes, se realizará una entrevista a los/las postulantes que superen el mínimo establecido por el Tribunal. Se formulará una misma y única pregunta para todos los concursantes.
Becas
El Reglamento del Diploma establece:
Artículo 7º. En cada edición del Diploma podrá definirse un número de becas. La cantidad de las mismas, su monto y los criterios de priorización serán definidos por el Comité Académico de Posgrados del Departamento de Trabajo Social.
Artículo 8°. La solicitud de becas, deberá ser realizada al momento de la postulación e inscripción a la Especialización en Intervenciones Familiares.
Artículo 9º. Las condiciones de las becas, así como los postulantes seleccionados, serán también indicados en el informe al cual hace referencia el Artículo 3 del presente Reglamento y por tanto, aprobados por el Consejo de la FCS.
Este Especialización respeta el Régimen General de Becas de Posgrado de la Facultad de Ciencias Sociales, establecido por Resolución 1911, aprobada por el Consejo el 5 de noviembre de 2015. Se establece que en un cupo mínimo de veinticinco estudiantes, se otorgarán seis becas del 50%. Si el número de estudiantes es mayor, se mantendrá tal proporción.
Costo
El costo total es de 50.000 pesos uruguayos, que se pueden abonar en cinco cuotas o en un plan de pagos que los seleccionados presenten acorde a sus posibilidades.
Se espera contar, a la hora del egreso, con un cuerpo profesional especialmente capacitado para el abordaje familiar a partir de las mediaciones que atraviesan tanto a la familia como a las respuestas del Estado en torno a sus problemáticas. Del mismo modo, se espera que el conjunto de egresados posea elementos teóricos y operativos para una práctica profesional que permita complejizar la realidad familiar y su contexto y paralelamente analizar críticamente dicha práctica. En resumen se aspira a que el cuerpo de estudiantes, a la hora del egreso, se encuentre habilitado para desarrollar una práctica profesional compleja y competente en todas sus dimensiones (Guerra, 2006), entre las que se encuentra la producción de conocimientos.
En el año 2003, la Facultad de Ciencias Sociales inició un proceso de Reforma de sus Planes de Estudio. En nuestra Facultad, los nuevos Planes fueron aprobados en el año 2005 y aplicado a partir del 2009. El Perfil del Egresado al que apuesta la Licenciatura (Plan de Estudio 2009) aspira a generar: compromiso ético institucional y social; autonomía y sentido crítico; formación basada tanto en la especialización como en la interdisciplinariedad; competencias adquiridas en itinerarios que articulen las funciones universitarias; facilitar la comunicación entre la sociedad y la institución académica, esto es, entre requerimientos sociales y la acumulación científica; capacidad de inserción e incidencia en los procesos sociales. (Udelar, 2005: 2)
Para Trabajo Social, este nuevo Plan de Estudio generó un espacio teórico-práctico donde los estudiantes adquieren las destreza y habilidades mínimas para el desempeño profesional, y donde se apuesta a conjugar las funciones básicas universitarias, de manera tal que teoría y sentido práctico se conjuguen de la manera más armoniosa posible. Estos espacios, denominados Proyectos Integrales, de dos años de duración, apuestan a enseñar el oficio desde diversas formas de entender el Trabajo Social, y todos poseen alguna dosis de intervención en problemáticas asociadas a las familias. No en vano esta profesión ha nacido “unida” a este campo temático, como lo demuestra el primer libro de carácter científico de Trabajo Social escrito por la pionera Mary Richmond, en 1906, en Estados Unidos.
Por otra parte, dentro del eje de asignaturas obligatorias, existe una, Trabajo Social IV, bajo nuestra responsabilidad, que aborda de manera teórico –metodológica, la temática familiar. Tales unidades curriculares se ubican en el Ciclo Avanzado de la Licenciatura que se dicta tanto en Montevideo como en la Regional Norte. Todo ello se conjuga en una formación generalista universitaria como ha sido la tónica institucional a la que hemos adherido.
Más allá de las publicaciones de integrantes del Área, son escasos los aportes de otros colegas en la academia y parecería ser que la familia es un objeto olvidado por las ciencias sociales, en términos de cómo entender y cómo intervenir en procesos familiares. La bibliografía académica nacional es escasa.
Brasil se presenta a nivel profesional como un país con más alta producción en la temática, pero los textos sobre Trabajo Social Familiar no llegan al circuito comercial nacional. En Argentina existen algunos núcleos de excelencia, así como en Chile, Colombia y México. En el mundo anglosajón (EE.UU.; Canadá e Inglaterra) existe toda una tradición ajena a la nuestra, basada especialmente en el campo socio-sanitario y a partir de un enfoque clínico, propio de los inicios de la profesión a principios del Siglo XX (Payne, 1995). Esta tradición, de abordaje clínico e individual no condice con nuestra tradición profesional ni con las demandas institucionales colocadas a la profesión.
Paradójicamente, tanto Psicología como Antropología, al menos en Iberoamérica, presentan una situación muy distinta. Los procesos de profesionalización fuera del ámbito clínico o del estrictamente académico respectivamente, apuntaron a un enriquecimiento teórico/metodológico muy notorio a la hora de desarrollar prácticas profesionales a nivel comunitario y familiar. TS presenta un rezago importante con relación a ello a pesar de ser una profesión con mayor antigüedad.
Ante una nueva evaluación programática que hoy lleva adelante la Facultad, se hace necesario pensar la formación a nivel de posgrados, especialmente en este primer nivel de especialización y diversificación profesional.
Las fundamentaciones de esta propuesta son de diversa naturaleza y se exponen a continuación. Una institucional y político-estratégica, que habla de procesos socio-políticos que se expresan en el aula. La democratización, (entendida muchas veces como masificación) de los estudios de tercer nivel hacen presente un nuevo perfil de estudiantes: aquellos que representan la primera generación universitaria a nivel familiar. La transformación y/o reforzamientos de las bases de reclutamiento de las futuros agentes profesionales en esta profesión, hacen que las estrategias pedagógicas tradicionales deben realizar apuestas combinadas a nivel de grado y posgrado, apuntando a formar profesionales solventes.
A partir de nuestra experiencia docente pensamos que tales problemas permanecen aún con el nuevo Plan de Estudios 2009 y en ciertos niveles de los estudios de cuarto nivel. Por tanto, es necesario fomentar en los estudiantes de Trabajo Social la comprensión que el conocimiento científico posee un sentido práctico y no es meramente especulativo. Introducimos en lenguaje accesible a las nuevas generaciones, las Tesis Contra Feuerbach 8 y 11 (Marx, 1978: 52-53).
En otras palabras, pretendemos colocar a disposición de los estudiantes, formas teóricas y técnicas, epistemológicamente coherentes, de abordaje familiar. Es decir, otorgar un bagaje teórico que pongan en juego la teoría en sus expresiones técnicas bajo el entendido que todo problema práctico es, en definitiva, un problema teórico como unidad indisoluble y que cualquier acervo tecno-operativo debe ser teoría puesta en acción (Bourdieu, 1997). Este aspecto es sumamente importante para una profesión históricamente asociada con el hacer o, a veces, con un simple empirismo.
Esta preocupación por la formación teórica que posee a su vez una faz práctica nos recuerda lo dicho por Jaim Etcheverry sobre la realidad universitaria, sus nuevos lineamientos y los desafíos académicos que lúcidamente identificó. Debemos pensar y producir constructos académicos cuando la reforma modernizadora se estrella contra la tozuda y concreta realidad (Jaim Etcheverry, 2006: 161).
En resumen, lo que pretendemos aportar con este nuevo Plan de Estudios es una formación teórica sólida y solvencia técnica, respetando lo dicho por Guerra (2006:149) Esta práctica profesional necesita de saberes que son explicativos de la lógica de los fenómenos y otros que son interventivos. De ahí que en la práctica las propuestas profesionales exigen conocimientos teórico-prácticos. Agregando la autora que deben ser necesariamente complementarios.
En tal sentido, el nuevo Plan de Estudios intenta abordar no solo las determinaciones históricas de la práctica profesional, sino las dimensiones constitutivas de la misma. A saber: 1. Dimensión técnico-instrumental; 2.- Dimensión teórico-intelectual; 3. Dimensión investigativa; 4. Dimensión ético-política. 5. Dimensión formativa (Guerra, 2016; 150-151)
Tales dimensiones señaladas por Guerra (2016) aunque indicadas separadamente por la autora a los efectos de la exposición, serán un anclaje fundamental en términos de enseñanza y aprendizaje.
Otra línea de fundamentación es la necesidad de formar agentes profesionales que puedan responder críticamente al actual diseño de las políticas públicas. En tal sentido, tratamos de completar un vacío no meramente bibliográfico. Desde una perspectiva teórico/práctica la propuesta gira en torno a la temática familia (obviamente con sus enlaces necesarios con raza, género y generaciones) y la práctica profesional. La familia y sus mediaciones son objeto de una ubicación política privilegiada en la nueva matriz de protección social aunque de manera fragmentada y utilitarista, por lo que brindar una adecuada formación se hace necesario.
Desde mitad de los años 2000, en nuestro país y en otros de la región, se asiste igualmente a una desarticulación de las antiguas matrices de las Políticas Sociales, a través de transformaciones que afectan las orientaciones, pero también los mecanismos responsables de la regulación y la instrumentación de un vasto conjunto de servicios sociales (Midaglia, 1998). Se reconoce la existencia de una transición de modelos de protección social universales y centralizados hacia otros de naturaleza residual (Titmuss, 1962), es decir, destinados a categorías y grupos en situaciones de riesgo o marginalidad social (Midaglia, 1998). Uruguay ha procesado, desde comienzos de los ochenta, una reorientación significativa de los modelos de protección que se expresa a partir de 2005 en una presencia mayor del Estado en lo que refiere a políticas y programas sociales destinados a familias, infancias, etc. Pero la familia continúa siendo el centro de de atención social, en aquellos programas asistenciales considerados prioritarios.
En términos de orientaciones ideo-políticas de la profesión, por ende, de la acción de los profesionales que hoy ejercen, estas mutaciones políticas pueden expresarse en términos de Dubet (2013; 2006) de la siguiente manera. Desde la apertura democrática, hemos procesado el pasaje de políticas basadas en un paradigma de la integración a otro basados en la cohesión social o, en otras palabras, de programas y políticas que apostaron a una mayor igualdad de posiciones de clase (integración) a otra basada solamente en igualar las condiciones de “partida”, es decir, en las oportunidades diversas a las que accede el individuo de acuerdo a la posición social en la que nace (cohesión). Si el programa de la integración caracterizó el ideario de las profesiones asistenciales, tal como el Trabajo Social, el ideario de la cohesión alimenta actualmente el diseño de la matriz de protección pero no hace parte del ethos del colectivo profesional, de acuerdo a diversos documentos estrictamente disciplinarios, como lo es el Código de Ética.
Teóricamente, la apuesta institucional a disminuir el déficit en las oportunidades en “la situación de partida” (educativas, laborales, de salud) deja al individuo y a las familias pobres, al amparo de sus “posibilidades” a futuro. Políticamente y a nivel presupuestal, si se han otorgado “oportunidades” más homogéneas, dependerá del individuo o de la familia, el poder administrarlas adecuadamente y lograr individualmente avances en su integración social. Como bien lo dicen diversos autores que analizan tales temáticas, en este capitalismo tardío, a problemas estructurales se otorgan respuestas individuales o biográficas. (Castel, 1999; Dubet, 2013; Bauman, 2003)
Esta disrupción entre de “procesos biográficos” vrs. “escenarios estructurales” a partir de dispositivos focalizados y que apuesta a intervenciones profesionales de corta duración y “en crisis”, pone en juego cotidianamente el acervo teórico- práctico de la profesión colocando el peligro de “naturalizar” las problemáticas familiares asociándolas unívocamente a la pobreza. Es decir, parecería que las familias son sustraídas junto a la pobreza de un universo científico, reflexivo, es decir, pensado y pensado para intervenir en él (Hacking, 2006; De Martino,2014) Esto debe ser evitado en las futuras generaciones de profesionales.
Pensar esta nueva propuesta, para este período socio-histórico, bajo estas particulares condiciones universitarias, y a partir de ciertos déficits objetivos de saber disciplinarios, apunta a combatir la debilidad de la profesión a la hora de su actuación, pero desde el vamos, es decir, desde la formación y especialización de sus futuros agentes profesionales.
Pedagógicamente esto nos invita a reflexionar críticamente sobre nuestro quehacer para reconstruir una enseñanza de excelencia, día a día. Tales principios parecen ser más pertinentes y oportunos para nuestra profesión, que encuentra en la intervención social la expresión de su naturaleza.
La propuesta se caracteriza por dos ejes diferenciados pero debidamente articulados, indicados como semestres. El primero de ellos, conformado por cuatro asignaturas de carácter teórico e interdisciplinario, pretende aportar elementos teóricos y metodológicos que hoy caracterizan los debates sobre familias y sus múltiples transversalizaciones. Se trata del primer semestre del curso.
En este módulo se ha tratado de incluir la mirada de diversas disciplinas a partir de asignaturas ya existentes ordenadas de manera novedosa y con énfasis interdisciplinario. Por otra parte se incorporan más horas a perspectivas teóricas psicológicas, elemento que consideramos débil en el anterior plan de estudio. Se ha eliminado la superposición de temas y autores, algo que había comenzado a suceder en anteriores ediciones.
Es decir, este primer semestre se caracteriza por un reordenamiento y actualización temática, bajo una égida interdisciplinaria y más especializada en torno a familias y algunas de sus mediaciones como género o generación.
Todas las asignaturas revisten bajo docentes que poseen título de doctor/a.
Lo más significativo de la nueva articulación curricular lo constituye el segundo semestre en el que corren de manera paralela y dialógica dos asignaturas en estrecha relación y ambas teórico-prácticas. Una de ellas, aporta contenidos relativos a la sistematización e investigación de las prácticas profesionales de los estudiantes, tanto en términos teórico-metodológicos como técnicos. La segunda, con diversos recursos pedagógicos (aulas magistrales, ateneos, consultas on line) aporta componentes teórico-metodológicos y tecno-operativos, así como éticos, para la reflexión de las prácticas profesionales y sus múltiples determinaciones.
Ambas asignaturas apuntan a que el cuerpo estudiantil, al culminar el cursado de ambos semestres, se encuentre en avanzadas condiciones de elaboración de la Monografía Final exigida para la aprobación del Diploma, tal como lo requiere el Reglamento. Esta monografía final adquiere, en esta nuevo Plan, el claro carácter de un trabajo final integrador, de diversas disciplinas y del conocimiento científico en tanto conocimiento aplicado en diversas prácticas profesionales.
Cabe acotar que la asignatura sistematización/Investigación de prácticas profesionales, comienza en el primer semestre, con horas introductorias para la formación en la elaboración de trabajos académicos, para unificar desde el inicio, los criterios de producción académica del estudiantado.
Las formas de aprobación de cada asignatura y sus previaturas se rigen por el Reglamento vigente. La malla curricular y las respectivas cargas horarias así como los créditos que importan, se reproducen a continuación. La carga horaria respeta lo establecido en el Reglamento de Posgrados de la Facultad de Ciencias Sociales, por ende, el de la Universidad de la República. No existen fundamentales modificaciones al respecto.
Por último se ha tratado que el cursado sea más amable, por decirlo de alguna manera, mejor coordinado y centrado en neurálgicos puntos de debates. Al mismo tiempo se han ampliado y concentrado en el segundo semestre los espacios de análisis, interpretación, sistematización e investigación sobre prácticas profesionales en el campo familiar.
Docentes de la Facultad de Ciencias Sociales
- Dra. Karina Batthyani
- Mag. Mateo Berri
- Dra. Wanda Cabella
- Mag. Carla Calce
- Dra. Mónica De Martino
- Mag. Cecilia Espasandín
- Dra. Natalia Genta
- Dra. Clara Márquez
- Mag. Gabriela Pacci
- Dra. Laura Paulo
Docente de la Facultad de Derecho
- Dr. Luis Eduardo Morás
Docentes de la Faculta de Psicología
- Dra. María José Bagnato
- Mag. Ana Laura Russo
Docentes invitados
- Dr. Juan José Vique, Intendencia de Montevideo.
- Dra. Claudia Krmpotic, Universidad de Buenos Aires, Universidad de La Matanza.
Comité Académico
- Dr. Andrés Astray, Universidad Complutense Madrid, España.
- Dra. Magaly Cabrolié, Universidad Católica de Temuco, Chile.
- Dra. Kéli Dal Prá, Universidad Federal de Santa Catarina, Brasil.
- Mag. Nelly Nuccy, Universidad Nacional de Córdoba, Argentina.
- Dr. Enrique Pastor, Universidad de Murcia, España.
- Dra. Vicenta Rodriguez, Universidad de Castilla, La Mancha, España.
- Dra. Regina Tamaso Mioto, Universidad Federal de Santa Catarina, Brasil.
- Dra. Carmen Verde, Universidad de Vigo, España.
CONTACTO
- Correo electrónico:diploma.familias@cienciassociales.edu.uy